Cheesecake tradicional
La estrella de todos los postres
Historia del Cheesecake Tradicional
El cheesecake, o tarta de queso, tiene una historia tan rica y compleja como su sabor. La primera referencia a un postre a base de queso y miel se remonta a la Antigua Grecia. Los antiguos griegos preparaban una mezcla de queso fresco, miel y harina, que luego se horneaba para formar un tipo primitivo de cheesecake. Este postre era considerado una delicia para celebraciones y festivales, y ya se apreciaba por su textura cremosa y su sabor dulce.
Con la expansión del Imperio Romano, esta receta se difundió por toda Europa. Los romanos adaptaron y perfeccionaron la receta griega, utilizando ingredientes locales y técnicas culinarias de la época. Durante la Edad Media en Europa, el cheesecake evolucionó aún más. Se empezó a utilizar queso fresco en lugar de queso curado, y la receta se convirtió en una tradición en diversas regiones europeas, aunque aún mantenía una textura bastante diferente a la del cheesecake moderno.
Sin embargo, el cheesecake tradicional tal como lo conocemos hoy en día comenzó a tomar forma en el siglo 19. En 1872, un productor de queso estadounidense llamado William Lawrence, de Nueva York, hizo un descubrimiento revolucionario: el queso crema. Lawrence estaba intentando recrear un tipo de queso francés y, accidentalmente, inventó un queso suave y untuoso que se convirtió en la base del cheesecake moderno. Su queso crema, conocido como Philadelphia Cream Cheese, transformó la receta tradicional y dio lugar al famoso cheesecake al estilo neoyorquino.
El cheesecake neoyorquino es famoso por su textura densa y cremosa, y su receta clásica incluye ingredientes como queso crema, azúcar, huevos y una base de galleta. La popularidad del cheesecake creció rápidamente en los Estados Unidos y, eventualmente, en todo el mundo. En la década de 1920, el cheesecake ya se había convertido en un postre muy apreciado en las celebraciones y eventos especiales.
La receta básica del cheesecake tradicional se ha diversificado enormemente desde entonces. Hoy en día, existen múltiples variantes, que incluyen versiones con frutas frescas, como la cheesecake de limón, coberturas de chocolate, salsas de caramelo, y diferentes tipos de bases, como las hechas de galletas Oreo o incluso de brownies. Además, el cheesecake tradicional se puede encontrar en diferentes estilos, como el cheesecake al horno, el cheesecake sin hornear, o incluso el cheesecake japonés, conocido por su textura ligera y esponjosa.
La historia del cheesecake tradicional refleja no solo la evolución de una receta culinaria, sino también la adaptabilidad y el impacto de la globalización en la gastronomía. Desde su origen en la Antigua Grecia hasta su popularidad mundial actual, el cheesecake ha recorrido un largo camino, convirtiéndose en un símbolo de indulgencia y celebración en muchas culturas.
A través de los siglos, este postre ha sido un testimonio de la creatividad culinaria y la influencia de la innovación en la cocina. Su evolución desde una simple mezcla de queso y miel hasta convertirse en un clásico de la repostería moderna muestra cómo las tradiciones pueden adaptarse y enriquecer la experiencia gastronómica global.
Cheesecake
Equipment
- 1 Molde desmontable de 23 cm
- 1 Procesador de alimentos o trituradora
- 1 Batidora eléctrica
- 1 Espátula
- 1 Recipiente grande para mezclar
Ingredientes
Para la base de galleta:
- 200 g Galletas Digestive o Graham
- 100 g Mantequilla Sin sal
Para la tarta:
- 500 g queso crema
- 200 g azúcar
- 3 uni. huevos
- 200 g yogur griego
- 1 cdta extracto de vainilla
- 2 cda harina
- 1 pizca sal
- 1 ralladura limón
Elaboración paso a paso
Para la base:
- Tritura las galletas hasta obtener migas finas. Derrite la mantequilla y mézclala con las migas de galleta. Presiona la mezcla en el fondo del molde desmontable para formar la base. Refrigera mientras preparas el relleno.
Para la tarta:
- En un bol grande, bate el queso crema hasta que esté suave y cremoso. Añade el azúcar y mezcla bien. Incorpora los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Agrega el yogur griego, la vainilla, la ralladura de limón y la harina. Mezcla hasta obtener una masa homogénea.
- Vierte el relleno sobre la base de galletas en el molde. Hornea en horno precalentado a 160°C durante 50-60 minutos o hasta que el centro esté casi firme (puede temblar ligeramente).
- Apaga el horno y deja la cheesecake dentro con la puerta entreabierta durante 1 hora. Luego, retira y deja enfriar completamente a temperatura ambiente. Refrigera durante al menos 4 horas, preferiblemente toda la noche.